¿Mundos opuestos?
Al reflexionar sobre la música nos podemos dar cuenta que esta, es percibida por el común de la gente como un arte netamente auditivo, para poder apreciar la música debemos escuchar, y en realidad esto no es cien por ciento correcto
Dado esto, las experiencias musicales han sido constantemente relacionadas con personas oyentes y no para las personas Sordas, quizá porque resulta desconcertante tan siquiera imaginar cómo una persona que no puede escuchar el sonido, pueda vivenciarlas de una forma genuina y diferente.
La música se puede dividir en ciertos factores que la constituyen, como el ritmo, la melodía, las alturas, la intensidad entre otras, ¿pero que tienen todos estos factores en común? Lo que les asemeja son las vibraciones, por lo que la música no solo se percibe por nuestro oído sino que también en nuestro cuerpo.
Las personas sordas al no tener uno de sus sentidos activos (la audición), son capaces de ser más sensibles frente a otros estímulos (como vibraciones, movimientos, olores). Es por esto que es importante mencionar que la música no es solamente algo que percibe el oído, ya que el sonido es una vibración originada de un cuerpo y difundida mediante ondas.
Y dentro de lo que nos compete, el canto no es una excepción, si queremos relacionar esto con las personas “Sordas”, ya que dentro de la faceta expresiva y comunicacional, podremos ligar el canto con la lengua de señas, ambos buscan transmitir un mensaje, en el caso del segundo, este por ser a través de señas, no deja de lado las emociones y profundidad.
A continuación, dejaremos unos videos donde se mezcla el lenguaje de señas con el canto y la música.